Soy claro defensor de la teoría que reza que a la persona que merece reconocimiento hay que reconocerlo sin lugar a dudas. Lo único que le pido siempre a la gente en cualquier ámbito en el cual me estoy desempeñando es que se tenga siempre un punto objetivo de todos los hechos que van ocurriendo, objetividad que, entre otras cosas, te hace libre de manipulaciones y engaños en las que puedes caer en el día a día.
Por eso cuando la gente debate sobre quién es el mejor jugador de la historia y sale a relucir con muchas dudas el nombre de Lio Messi, me pongo a meditar sobre ciertos elementos de las tesis que defienden a Maradona y Pelé. El elemento más sugerido por todos es el argumento que indica que a Messi le falta ganar algo con su selección para poder siquiera, ser considerado el mejor de la historia. Claro, estoy convencido de que los defensores de esta teoría jamás pensaron que esta posibilidad se pudiera materializar.
Y aquí estamos, en la semana final del Mundial Brasil 2014, con dos selecciones finalistas, una de ellas, Argentina; de la mano de Lionel Messi que fue el que más pierna firme tuvo al momento de la hecatombe de la albiceleste, que jugando aún de una manera muy limitada con selecciones que no estaban entre las favoritas, supo salir adelante de la mano del crack. Mi más sinceras condolencias para Cristiano Ronaldo, que es el segundo mejor del mundo y pobre de el que le ha tocado jugar en una selección que en lo absoluto lo ayuda a ser el mejor de la historia, pero la vida se basa EN LA REALIDAD. Y la realidad es que Messi está en la final del mundo.
Y a 90 Min de ser el mejor de la historia.. Ya veremos como resultará.
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